La turbidez es uno de los factores que influyen en la dosificación y eficacia de la desinfección con productos de cloro. Cuando existen niveles altos de turbidez, hacen que la cloración sea menos eficaz porque el cloro no puede acceder a los patógenos y reaccionar con facilidad. Generalmente, es probable que el agua turbia tenga compuestos con los que el cloro reaccionará, por lo cual formará productos derivados y reducirá la cantidad de cloro disponible para la desinfección. Por lo tanto la cloración no es un método recomendado para agua con niveles de turbiedad mayores a 5 UNT (Unidades Nefelométricas de Turbidez). Por ello, se recomienda sedimentar o filtrar el agua turbia antes de añadir el cloro. Estos procesos son muy eficientes para disminuir la turbidez ya que eliminarán algunas de las partículas suspendidas y la materia orgánica, son etapas previas a la desinfección que ayudarán a mejorar la reacción entre el cloro y los agentes patógenos.
En la siguiente colección, podrán aprender más sobre cómo funciona el cloro y cómo dosificarlo de forma efectiva: