La mejor manera de determinar la presencia y la concentración de contaminantes químicos en el agua es realizar una análisis de la calidad del agua.
Sin embargo, el aspecto, el olor y/o el sabor del agua pueden indicar la presencia de algunas sustancias químicas, como el hierro, el manganeso y las sales.
En general, los contaminantes químicos se encuentran solubles en el agua, lo que los hace difíciles de eliminar.
Hay muchas sustancias químicas que pueden aparecer en el agua, pero sólo unas pocas son motivo de preocupación inmediata para la salud.
Los contaminantes químicos más conocidos que preocupan a la salud son principalmente el arsénico, el flúor, el plomo, el nitrato, el cadmio, el uranio y el mercurio.
Si no hay recursos para realizar pruebas de calidad del agua, otra forma que podría indicar la posible presencia de un contaminante químico sería conocer e investigar la existencia de ciertas enfermedades y los efectos primarios de estas sustancias químicas en la salud humana en las comunidades que utilizan la misma fuente de agua.
Existe un mapa que muestra la distribución geográfica de las poblaciones mundiales con riesgo de exposición a la contaminación química del agua de consumo, tal y como se recoge en la literatura. Está en inglés.

Si quiere saber más sobre esto, le sugiero que lea el siguiente estudio: https://www.annualreviews.org/doi/10.1146/annurev-environ-012220-105152104
Un documento muy completo que incluye los constituyentes químicos es la cuarta edición de las Directrices de la Organización Mundial de la Salud para la calidad del agua potable. https://www.who.int/es/publications/i/item/9789241549950232